La Roja

IKER Casillas, José Manuel Reina y Víctor Valdés. Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, Joan Capdevila, Carlos Marchena, Gerard Piqué, Carles Puyol y Sergio Ramos. Xavi Alonso, Sergio Busquets, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Javier Martínez, David Jiménez Silva y Xavi Hernández. Jesús Navas, Juan Manuel Mata, Pedro Rodríguez, Fernando Llorente, Fernando Torres y David Villa. 23 jugadores y un entrenador, Vicente del Bosque. Un país.

Fuerza, tesón y trabajo. Suiza, Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda. Sara Carbonero y un beso. Paco González y Camacho. El pulpo Paul. La reina Sofía y el vestuario. La toalla. Sudáfrica, Soccer City y vuvuzela. Espectáculo, alegría, reuniones y cervezas. Consumo y autoestima nacional por las nubes. 25 años de espera y la copa de oro. Celebración y lágrimas.

Sí había alguna duda de cuál era el deporte favorito y más practicado en nuestro país, está claro que es el fútbol. Veintitrés jugadores han hecho posible un sueño inalcanzable desde hace 25 años. Veintitrés hombres han provocado que nos olvidemos, durante un mes, de nuestros problemas y de la crisis que nos azota con una dureza tremenda. Incluso con la victoria, según declaraciones de Zapatero en El larguero, la pasada noche del domingo, ha subido nuestra autoestima bastante y nuestra felicidad casi es eterna. Me lo creo. Después de lo visto, del tirón.

Todo será verdad cuando nuestras calles y plazas, entre ellas La Noria, se llenaron a rebosar del colorido de nuestros colores y de familias enteras para celebrar que la Copa del Mundo estaba en nuestras vitrinas. La noche del domingo toda España salió a la calle para celebrar un hecho deportivo histórico. Nunca tanta gente estuvo tan de acuerdo con algo. Sin precedentes.

Además durante algunos segundos todos fuimos el abuelo de Iniesta, la madre de Sergio Ramos, y por supuesto, más de uno hubiera dado lo que fuera, por ser Casillas para besar a Carbonero.

En definitiva: pasión, bandera, unión y selección. La Roja.